Para disfrutar de darse un buen chapuzón no es obligatoriamente necesaria una playa. Una muy buena opción son los lagos y pantanos, los cuales abundan y son preciosos; la mejor parte es que son menos concurridos. Algunas de estas bellezas son:
Lagunas de la Ruidera, Albacete: tienen zonas que han sido habilitadas para el baño, cada verano es usual encontrarlas con más bañistas de lo habitual (en comparación a otras temporadas), atraídos por sus aguas cristalinas y algunas cascadas que son un oasis de agua dulce. Entre las más visitadas están la del Rey y la Redondilla, por ser los remansos fluviales más agradables.
Embalse Iznájar, Córdoba: es el más grande de Andalucía, con 32 kilómetros de longitud y casi 100 kilómetros de orilla. Es perfecto para para zambullirse y practicar deportes acuáticos, además está permitido acampar en la zona. Si también se desea un chapuzón salado, muy cerca se localiza la playa de Valdearenas.
Pantano de San Juan, Madrid: muchos madrileños sufren por no tener playas, sin embargo, tienen el pantano que luce más como una playa dulce y está a casi 70 kilómetros de la capital. En el lugar se puede pasear tranquilamente por su embarcadero; aunado a ello, el espacio se presta para actividades acuáticas a motor.
Embalse de Cazalegas, Toledo: sus aguas son alimentadas por el río Alberche, cerca del pueblo de Talavera. Por lo general, quienes vienen al embalse hacen buceo, otros pescan gracias a la gran variedad de peces que hay y a la claridad del agua, y aquellos que lo deseen pueden darse un clavado o echarse a flotar.
Los Lagos del Serrano, Sevilla: se localizan a 1 hora de distancia de Sevilla y a 3 kilómetros del pueblo de Ronquillo (villa bastante agradable y perfecta para hallar algo de tranquilidad). Este hermoso paraje tiene aguas muy claras y en su periferia hay diferentes rutas de senderismo; no obstante, la mayor parte de quienes lo frecuentan lo hacen para pescar. Cuando hay personas simplemente nadando es común que se trate de turistas que se alojan en alguna localidad cercana y están de paso.
Embalse de Buendía, Cuenca: tiene dos zonas permitidas para bañarse. En el lado opuesto, dependiendo de la altura del agua, se pueden ver los restos de La Isabela, el cual era el lugar de veraneo de la Corte Real, pero quedó inundado con la construcción del pantano de Buendía.
Prepare el bañador y escoja la ruta. Si requiere de reparaciones de último momento, consulte http://www.despiecesdecoches.es/, en donde solo con rellenar el formulario le atenderán, y en poco tiempo estará recibiendo las opciones disponibles para su elección.