La primera vez que nos compramos un coche o simplemente lo cambiamos porque el otro ya no funcionaba bien, nos sentimos como un niño con zapatos nuevos, esa sensación es difícil de explicar pero la verdad que es muy gratificante. Sinceramente el hecho de disfrutar de un coche nuevo es algo que nos llena de satisfacción y también de muchos miedos, por eso es que los primeros días estamos que no queremos correr, tenemos mil ojos a la hora de estacionar, gritamos a nuestra novia si se le ocurre comer dentro y sobre todo tenemos miedo de que le surja una avería que no es lo común en un coche nuevo pero desde luego no está exento de que le pueda pasar. Y es que en ese momento en los que debemos llevar el coche al taller en busca de repuestos de coches es como si el mal de ojo hubiera entrado en nuestro cuerpo, como si un escalofrío recorriera toda nuestra espalda y nos dejara helados de momento.
Claro nos han grabado casi en la piel que las piezas nuevas son caras y el hecho de tener que cambiar alguna pieza nos hace hasta gimotear, pensando en si las podremos pagar o por el contrario deberemos dejar el coche en el taller. Parece que los desguaces han tomado el mando y quieren hacer saber que las piezas usadas es la mejor opción que podemos coger, pero claro sin pensar que para gustos los colores y que las piezas nuevas desde luego merecen una oportunidad. Claro en ese momento solo pensamos en el dinero, pero no pensamos en si le estamos haciendo un favor a nuestro coche o por el contrario lo estamos perjudicando, sin duda y para quien no lo sepa, con un repuesto usado podemos salir del paso pero no nos garantiza que nos pueda durar mucho tiempo, al fin y al cabo se trata de eso de una pieza usada, sin embargo si utilizamos una pieza nueva debemos saber de antemano que estamos alargando sin duda la vida de nuestro vehículo, que nos lo agradecerá en su respuesta y que notaremos que el coche funciona mucho mejor, al fin de cuentas veremos que en realidad no nos ha salido tan caro como mucha gen te quería hacernos bien y que en realidad es verdad que la calidad para nada es cara.